Los hijos de Orixá iniciados que están haciendo sus primeras armas dentro son el futuro indiscutible de nuestra religión, y para esto se les debe prestar la dedicación y el tiempo a ellos para que absorban el conocimiento acerca de la nación de batuque que practican y así ser el futuro ilustre de nuestra religión.

Todo hijo de santo da pasos dentro de la religión aprendiendo su doctrina y su raíz , todo hijo de santo debe saber:

Que para iniciarse en la ley de Orixá debe jogarse buzios y preguntar a las divinidades cual es el Orixá de cabeza de ese hijo. Ni un caboclo ni un Exu le dirán a ese hijo quien es su Orixá de cabeza, solamente un Babalorixá o una Iyalorixá por medio del axé de buzios podrá revelarle cual es su Orixá tutelar. No solo sabrá su Orixá de cabeza si que también su adjuntó o sea quien acompaña a su Orixá de cabeza y sus pasajes que estos son Orixás que complementan al Orixá dueño de orí(cabeza).

Todo postulante a la iniciación debe realizarse servicios, limpiezas espirituales y baños de abó previo al lavado de cabeza.

Todo hijo ya iniciado debe saber a que nación del batuque pertenece o sea cual es la nación de batuque que practica, ej. Jeje, ijexa. Nago, cambinda, etc.

Cuando el hijo de Orixá va a asentar Orixás por primera vez y de ahí en mas es el quien debe acompañado por su Mae o  Pai de santo, escoger sus akutás, pues quien mejor que el hijo para elegir las piedras en las cuales van a ser sentos sus Orixás. No recomendamos de forma alguna comprar akutás en casas de venta de artículos religiosos, queda fuera de fundamento hacerlo.

Luego que estos akutás son llevados a la casa de santo, el sacerdote debe jogar buzios y preguntarle a los Orixás cuales son las piedras que eligen para su asentamiento y si ese fuera el caso el hijo de santo debera permanecer de rodillas con la palmas de las manos hacia arriba para recibir los akutas elegidos por los Orixás, para posterior descanso en amioró(agua del secreto).

El hijo de santo también permanecerá de rodilla con las palmas de las manos hacia arriba mientras su sacerdote pregunta al oráculo y le pregunta a los Orixás sus nombres para luego entregarles las dijinas o sunas correspondientes al hijo de santo. Las sunas o dijinas son nombres secretos del Orixá, estos nombre no pueden ser revelados a absolutamente nadie, solamente el Pai de santo y el hijo de santo sabrán los nombres secretos de el Orixá. También conocido como orukó Orixá.

De ser posible los hijos de Orixá deben tener sus Orixás luego de asentados con el, o sea los hijos de santo deben tener sus Orixás en su casa de ser posible para que vean la realidad de su hijo o sea como vive con quien vive etc, a fin de por ayudarlo en sus necesidades.

Cuando el hijo de santo lleve sus Orixá a su casa, debe entrar a su casa de rodillas y con su Orixá tutelar o sea su asentamiento postrado sobre su cabeza mientras entona rezas de su Orixá, mientras su sacerdote también entona la reza y va echando sobre el camino pétalos de flores exclusivas pipoca entre otras cosas para que ese Orixá sea bienvenido a la casa de el hijo y entre su axé. A este ritual se le llama comúnmente arriado y se debe hacer siempre pues de nada sirve colocar los Orixás en una caja y llevarlos a la casa sin este ritual porque solamente se estarían llevando los objetos y no la esencia de los Orixás en si mismos.

El hijo de santo debe saber temperar y refrescar los asentamientos de sus Orixás para imantar estos contenedores de energía de los Orixás.

También debe saber realizar las camas correspondientes a cada Orixá, esto quiere decir que se debe saber con que hiervas se realizan una especie de colchón donde descansan los akutás.

También debe saber realizar sus ecó y sus axé de frente para poder atender y agradar a sus Orixás.

Se aconseja a los hijos de Orixá que ya tienen Orixás sentos no cambiar de nación en caso de cambio de mano, esto quiere decir que si practican nación cambinda sigan practicando la misma nación para conservar sus fundamentos.

También a la hora de escoger un padrino o madrina de santo debe pertenecer a su misma nación.

Estos y otros fundamentos y rituales deben ser enseñados por el sacerdote oficiante.